CALENTAMIENTO

CALENTAMIENTO EN AGILITY DEPORTIVO
Las competiciones de Agility responden a esfuerzos de VELOCIDAD DE REACCIÓN principalmente, y también se dan elementos de AGILIDAD, como carreras laterales o de espaldas, trotes lentos y numerosos giros a distinto ritmo y radio. Todo ello, en el contexto de relación-comunicación con el perro, lo cual impone un sistema nervioso tremendamente activado.
Con estas características, el calentamiento no puede ser tan pasivo como se hace generalmente y reducirse a algún paseo o trote  con el perro, más un reconocimiento de pista sin intensidad, en el que domina la concentración y memorización.
Se requiere pues, si queremos que sirva para algo, un calentamiento de velocista en la físico, más un calentamiento específico con el perro, y una activación nerviosa solo posible con cierta insistencia metódica. Aunque para esta activación nerviosa, sí puede haber una ayuda de la mano de sustancias como el café o té, y nunca ni comida, ni la más mínima cerveza, como algunos acostumbran.
En este aspecto, no quiero contrariar a los que consideran este deporte meramente recreativo y a sus competiciones, un día de merienda en el campo. Pero todo lo que expreso se refiere a la connotación competitiva que tiene y, si se acepta esta y se pretende, habrá que afrontarla convenientemente. Y finalizada la competición, que cada uno se recree como considere oportuno. Señalo como defectos comunes antes de competir pues, el beber cualquier tipo de alcohol (tomemos el ejemplo de la conducción de automóviles: si perjudica conducir coches, igual perjudica al conducir perros, aunque aquí los fallos no sean tan dramáticos). Y por supuesto la comida, debería hacerse tres horas antes de la competición, o dejarse para cuando finalice. En el rugbi con el 3º tiempo solucionan esta “necesidad en forma armoniosa y, por supuesto, generosamente.
Solo precisar antes de empezar la descripción, que un velocista de 100m., necesita como mínimo una hora, para poner su organismo a punto de afrontar un esfuerzo de 10 segundos. Bien es verdad que no partimos salvo excepciones, de físicos tan trabajados ni vamos a someter al cuerpo a tan alta intensidad sostenida, pero nos movemos en el campo de la velocidad, y ello supone cierta similitud de planteamientos.
Por todo lo dicho, yo considero que un calentamiento adecuado debería tener las siguientes
FASES:
1ºfase de calentamiento orgánico: trote suave de 5 minutos. Sería ideal activar el organismo hasta las 140 pulsaciones/minuto, de una forma sostenida al final del tramo. Preciso que en varias competiciones que me he controlado con pulsómetro, he alcanzado prácticamente siempre al terminar, algo más de 170 p/m, por lo que se justificaría incluso, subir más el pulso brevemente en un segundo tramo; efecto que podemos conseguir en las fases posteriores de carrera.(se puede hacer con perro).
2º Estiramiento con ejercicios: de las principales articulaciones, de abajo arriba o viceversa: tobillos, rodillas, caderas, cintura, hombros, cuello, brazos. Se debe mantener el estiramiento unos segundos. Estos ejercicios no solo se deben hacer al comenzar, son un recurso excelente para mantener las prestaciones en momentos de espera, o bien cuando volvemos a la 2ª manga y nos re-activamos, y por supuesto, finalizada la actividad, cuando volvemos a la calma. (Esta polivalencia se debe a que el ejercicio en sí, no genera fatiga, solo la genera el sostén postural)
En estas dos primeras fases se puede cambiar el  orden.
3ºMovilidad articular: en estático (parado), y en movimiento (en marcha o en trote). Son movilizaciones de cada articulación forzándolas hasta el límite “antes del dolor”, o realizamos movimientos circulares. Algunos de cintura o de brazos que pueden hacerse en carrera lenta, en saltitos alternos, y  son especialmente eficaces como ejercicio global de cierta intensidad, por lo que debemos incluir algunos.
En esta fase hacemos unos largos con el perro controlado (calentamiento específico) acompañándonos a cada lado, haciendo cambios de lado, círculos en ambas direcciones, órdenes a recordar (en este caso fuera de pista)  y el repertorios que cada uno utiliza para centrar al perro en la atención a su guía.
4ª Velocidad: incluir varios sprints de 20m o 30m (mínimo 4) alternados con un trote (se pueden hacer con perro en forma jugada: calentamiento específico)
5ª Reconocimiento de pista: si es posible por el nº de participantes, realizar partes del recorrido con la mecánica adecuada y a la máxima velocidad posible (calentamiento específico sin perro. Algún de estos ejercicios pueden “representarse” en el tiempo de espera del turno, fuera de la pista)
Cumplido este protocolo, no quedarse frio, arroparse. Realizar pequeños estiramientos y movilizaciones, y de cara a la 2ª manga activarse además con algún esprín corto, o en el propio terreno, o movilidad articular global de la 3ª fase, o juego de cierta intensidad con el perro (¿mordedor?),
Los objetivos de cada fase son:
-Del calentamiento orgánico: la subida del calor interior, lo que es imprescindible tanto física como mentalmente.
-De los estiramientos y la movilidad articular: calentar las articulaciones en prevención de lesiones y ganar precisión en los movimientos (lo que es imprescindible).
-De la velocidad: activarse neuromuscularmente para las reacciones inmediatas que va a exigir la competición, y que lógicamente, debemos haber alcanzado antes ( también es imprescindible.
El calentamiento no solo genera una disposición física, también produce una animación psíquica a la actividad y a la acción inmediata.
EN LOS ENTRENAMIENTOS.
Común al entorno “agiliista” en que me muevo es la dificultad de entrenar en condiciones reales de competición. Esto justifica que en los entrenamientos se haga un calentamiento previo, si no, estaremos añadiendo diferencias a los dos entornos deportivos que pretendemos homogeneizar. El lema “se entrena como se compite”, supone pues calentar para entrenar. Esta es una antigua máxima en el trabajo a alta intensidad en muchos deportes, por ejemplo el atletismo o natación. Dada la dificultad de trasladar al perro a la ilusión de la competición cotidianamente, personalmente la convierto en el lema : "SE COMPITE COMO ENTRENAMIENTO", también. Y por supuesto en el entrenamiento, generamos lo más posible situaciones de ánimo, órdenes, intensidad, propias de un trabajo vertiginosos, que aquí pueden ser mucho más cortos y en forma de juego y complicidad.
Ahora podemos al calentar, añadir ejercicios previos en forma jugada y algunos en pista de formato corto, pero es necesario calentar hasta la alta intensidad competitiva, si vamos a  entrenar algo a esa intensidad. Bien es verdad que a veces se trabajan aprendizajes que tienen que ser en principio bajos de intensidad, pero la alta intensidad competitiva, debemos generalizarla  lo más posible dentro de la pista, y por lo tanto los calentamientos de los entrenamientos se deben contemplar. Me sorprende ver perros que se emplean a fondo en juegos, y luego enlentecen su ritmo en la pista de entrenamiento. Esto debe invertirse como metodología general y calentar hasta la alta intensidad ahora con perro, ya que lo permiten las circunstancias del entrenamiento.
Dados los distintos objetivos de cada entrenamiento pues (aprendizaje, repaso de ciertos ejercicios, combinaciones de aparatos, los aparatos en sí…..), no se puede dar una pauta de calentamiento estándar, solo precisar que debemos calentar en función de la tarea a afrontar.
Como final incluyo las dos reglas básicas de todo calentamiento, aplicables a cualquier actividad física: se debe calentar “de lo general a lo específico” y “de la baja intensidad a la alta intensidad”, a lo que añado “ser minucioso y ordenado” pues si no, romperemos los efectos que pretendemos.
Intentaré ilustrar las fases de ejercicios con fotografías alusivas.
 Como todo en el Agility, esto  “son lentejas”. Pero los apellidos Competitivo y Deportivo imponen que las lentejas sean de régimen es decir, si las tomas: sin chorizo y sin cerveza.

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